Con la creciente preocupación por el entorno que nos rodea, muchos hoy día se preguntan, ¿cómo afectan los escombros al medio ambiente? Después de todo, es bien sabido que la industria de la construcción genera millones de toneladas de desechos de construcción y demolición.
De ahí la importancia de que exista una excelente gestión de los escombros, como medida de protección del medio ambiente. Además, es lógico esperar que con el aumento de la población, también se incremente la generación de desechos contaminantes.
El problema es que si el reciclaje de escombros no es el adecuado, al final estos residuos terminan en vertederos ilegales. Lo anterior puede ocasionar graves afectaciones al medio ambiente, especialmente al suelo, el agua, y el aire.

El impacto al medio ambiente de los escombros
Los bloques de cemento, ladrillos, madera, cerrojos, cables eléctricos, tuberías, sanitarios, entre otros, son solo algunos ejemplos de los escombros que a menudo terminan en vertederos ilegales. Al no gestionarse correctamente, todos estos desechos pueden afectar nuestro medio ambiente de las siguientes maneras.
Contaminación del aire
Una de las principales afectaciones de los escombros al medio ambiente, es precisamente la contaminación del aire. Es decir, cuando no se realiza un reciclaje de escombros de forma adecuada, los desechos pueden emitir gases tóxicos a la atmósfera, provocando con ello la aparición de la niebla tóxica, mejor conocida como smog.
No solo eso, una mala gestión de los escombros, también contribuye con el efecto invernadero, incluso la lluvia ácida, así como daños en la capa de ozono. Evidentemente hay que agregar toda la problemática que se deriva para nuestro planeta y nuestra salud.
Contaminación del suelo
Los escombros que se generan de la construcción y la demolición, también contaminan el suelo. Lo que sucede es que debido al incorrecto tratamiento de los desechos, incluso el que muchas veces se vierten de forma intencional, provocan la contaminación de los suelos.
La contaminación del agua
Para nadie es un secreto que los escombros también son arrojados de forma irresponsable a los mares, ríos, lagos, y lagunas. Estos escombros con el paso del tiempo se descomponen, y lo que sucede es que contaminan el agua. Los plásticos por ejemplo, tardan 150 años en degradarse, aunque algunos plásticos tardan hasta mil años en descomponerse.
Un coste energético más elevado
Cuando los escombros no se reciclan o se reutilizan de manera apropiada, normalmente lo que se hace es desecharlos. Debido a esto, el coste energético se eleva considerablemente. Es decir, se produce un mayor consumo de energía en la producción de las nuevas materias primas.
Y eso no es lo más grave, además estamos desperdiciando recursos naturales que en realidad no pueden reutilizarse o reciclarse.
Los recursos naturales desaparecerán
Si no se lleva a cabo una gestión adecuada o un correcto reciclaje de los escombros, la consecuencia inmediata será un incremento en la producción de miles de artículos que las personas consumen todos los días.
Eventualmente llegará el día en que los recursos naturales con que se producen esos artículos, escaseen y no exista suficiente materia prima para satisfacer las más mínimas necesidades de la población.
Lo anterior también traerá como resultado, la desaparición de muchos ecosistemas, así como infinidad de hábitats naturales.
Conclusión
En definitiva, una buena gestión de los escombros y otros desechos, contribuirá a que nuestro medio ambiente no se vea contaminado. También hay que tener en cuenta que el impacto no únicamente es ecológico, también afecta la salud de las personas. El aire, el agua, y los suelos contaminados, afectan nuestros medios de vida.
Por ello es vital minimizar el impacto de los escombros en el medio ambiente y en la salud. Para ello se requiere optimizar los procesos de fabricación, así como implementar procesos de reciclado de escombros eficientes y que garanticen la reutilización de los materiales.